A ese problema le falta una buena conversación

En su charla del Congreso de Personas del 2013, Alvaro Gonzales-Alorda nos hizo recordar la importancia de las conversaciones trascendentes en cambiar nuestra vida y en cambiar nuestra relación con las personas.   

La cultura del email y del mensaje de texto crea nuevas barreras para tener las conversaciones cara a cara que debemos tener con nuestra pareja, con nuestros hijos o hermanos, con nuestros mejores amigos y con las personas con las que trabajamos para crear o recuperar vínculos de confianza.

Si tenemos responsabilidad sobre personas, es obligatorio proponernos todos los días mejorar nuestra capacidad de tener buenas conversaciones. Completar de leer todos los emails del día debe ser una segunda prioridad. Toda la idea (y el costo: alquiler, mantenimiento, agua y luz!) de reunir a personas en el mismo ambiente físico es que puedan conversar.

Cuando Steve Jobs quería vender a alguien una idea de gran importancia para sus objetivos, los sacaba a dar un largo paseo y esas conversciones cambiaron sus vidas.

Gonzales-Alorda sostiene que una buena conversación no intimida. No es una reunión para escuchar tus sugerencias y luego hacer lo que yo ya tenía planeado hacer antes de oirte. Una buena conversación es un riesgo: implica hacerse vulnerable. Es estar abierto a la crítica y tener la humildad honesta de recibir un concejo. "Aquel que no confía lo suficiente no será digno de confianza", dijo Lao Tzu.

En una conversación de verdad no hay ganadores. Hay dos personas que luego de ella, están más cerca y se tienen más confianza. No es mi idea contra la tuya: es la magnanimidad de encontrarnos a pesar de nuestras diferencias.

Tu capacidad de crear y sostener relaciones de confianza con tus pares y tu equipo depende de tu capacidad de tener conversaciones trascendentes. Y para poder tenerlas, es necesario que trabajes en la humildad y fortaleza para mostrarte humano y para ver las diferencias entre tu y los demás como un potencial y no como un impedimento a lo que tú quieres hacer.

Comienza leyendo menos emails y decide tener mañana una buena conversación.