
La diferencia entre pedir un minuto y un minutito es que en el primer caso se requiere tu tiempo para una aprobación, para darte información urgente o para coordinar una reunión. En el caso del "minutito"tenemos que esperar una renuncia o alguna situación grave que el que nos busca quiere elevar una queja de gravedad. En nuestra cultura de respeto a la jerarquía no se pide audiencia de manera agresiva. En los momentos en que queremos la escucha de una persona con autoridad apelamos al diminutivo cortés que apela a nuestra equidad y caballerosidad.
Cuando les pidan un minutito respiren profundo, calmen su actividad mental, cruzen sus manos, ubiquen mentalmente la cajita de Kleenex y asuman una calma budista para escuchar lo que se nos viene.
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