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13 noviembre 2014

Cuando el tiempo vuela


Todos  hemos vivido esa sensación de estar haciendo algo tan absorbente que no sentimos ni el tiempo ni el cansancio. Algunos en actividades físicas como correr o nadar. Otros en retos intelectuales o creativos.  Este estado de ánimo aumenta la productividad y la creatividad. 

¿Cómo llevamos a nuestro equipo a este nivel de motivación?

Mihaly Csikszentmihalyi es un psicólogo que definió este estado a finales de los 90: "La esencia de la vida es la felicidad, no el éxito, entonces es muy razonable decir que lo que cuenta es el viaje, no llegar al destino".

Estos son los requisitos para "entrar en flujo" según Csikszentmihalyi:

1) La meta está clara pero atención se centra en la tarea.  "Lo que abstrae al escalador no es la meta de alcanzar la cima, sino la tarea inmediata de hacer el siguiente movimiento sin caerse", indica Csikszentmihalyi.  No interrumpas a quien le has pedido algo mientras está concentrado en lograrlo y deja libertad para cómo se hacen las tareas.

2) El feedback es inmediato. Algunas personas han desarrollado la habilidad de automotivarse en base a sus propios estándares de calidad y logro. Esto es lo que distingue a un experto. Pero la mayoría de personas necesitan saber que dan pasos en la dirección correcta. Como jefe, es imprescindible que des feedback frecuentemente. Más aun a los jóvenes.

3) La meta es retadora pero no imposible. Metas que exceden nuestras capacidades nos generan ansiedad. Las fáciles, nos aburren. El líder debe saber adecuar las tareas a la capacidad del equipo y de cada persona.

4) No sentimos el ego. Nos olvidamos de nuestros problemas y de nosotros mismos. Es lo que describimos cuando decimos que estamos inspirados. Cuando este estado de ánimo es muy intenso, lo llamamos éxtasis, que en griego significa "estar a un lado", que se refiere a estar fuera de nosotros mismos.

5) El presente es lo que importa. La tarea que estamos realizando exige una atención completa. Lo sentimos como estar en un mundo distinto. Nos olvidamos de nuestras preocupaciones, errores y culpas. Un buen jefe sabe como reforzar la autoestima y cómo crear un ambiente libre de temores y amenazas, inclusive los que son creados por amenazas fuera de su control: un gerente general hepático, cambios organizacionales, fusiones o recortes de personal.

6) Nuestro ser y nuestra supervivencia no se siente amenazada. En lo laboral estos temores se originan por ejemplo por el temor al despido.

7) Se altera la percepción del tiempo: sentimos que el tiempo vuela.

Es relevante para el desarrollo de las personas que Csikszentmihalyi sostiene que "un sólo episodio de fluir eleva el espíritu momentáneamente; cuando se experimenta [de manera repetida] con el paso del tiempo, fluir hace que una persona sea única e indispensable." Además, al salir de este estado, nuestra autoestima se siente más sólida que antes.

La razón biológica por la que sentimos placer cuando fluímos es que el cerebro produce dopamina, sustancia que cumple un rol importante en el control motor, la motivación, la excitación y la gratificación sexual. Recientemente se ha comprobado que comer chocolate también estimula la generación de dopamina. Provecho!

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