Cuida a tus actores secundarios

Las compañías premian a los empleados que tienen un alto desempeño.  Sabemos reconocerlos: logran sus metas, destacan siempre del resto.  Brillan con luz propia.   Obtienen los mejores bonos y son considerados los líderes del futuro. 

Pero en toda organización hay personas que cumplen su trabajo sin destellos deslumbrantes.  Aquellos que sencillamente hacen lo que tienen que hacer, día tras día.

El profesor de Harvard Thomas DeLong (HBR, Junio 2003) advierte que en el afán de darle un Oscar a los actores de reparto podemos olvidarnos que la continuidad de la empresa depende de los actores secundarios.   

DeLong identifica varias ventajas de los actores secundarios:

1. Exigen menos tiempo de sus jefes, a diferencia de las estrellas que están siempre compitiendo por atención.
2. Valoran su vida personal y familiar por lo que son más equilibrados emocionalmente.
3. Como tienden a estar enfocados en los demás más que en ellos mismos, desarrollan un valioso conocimiento de quién es quién y por ende de cómo hacer que las cosas pasen en la organización
4. Las divas están más preocupadas en promover su marca personal que en lograr los objetivos del equipo.  Manejados con cariño, los actores secundarios son más leales ya que valoran más la amistad y la estabilidad que el estrellato.
5. En el área comercial no serán los que generen las ventas más altas pero tampoco los que pongan en riesgo a la empresa por prometer cosas que no se pueden entregar
6. Siendo de mayor permanencia en su rol y en la empresa, guardan la memoria organizacional.
7. Como han pasado por las buenas y las malas, saben cómo sobrevivir y volver a ponerse de pie cuando pasa el temporal. También saben que el cambio es inevitable por lo que tienden a ser menos temerosos de las reestructuraciones y pueden ayudar a calmar a aquellos que entren en pánico ante cambios organizacionales.  

Los más competitivos estarán detrás de sus jefes tratando de acaparar toda su atención.   Los actores secundarios no buscan atención, por lo que un líder inteligente debe hacer un esfuerzo consciente en dedicar atención a aquellos que se dedican a hacer bien su trabajo de manera predecible.   De ese 60% del medio de la curva depende la organización.  No los descuides por enfocarte en los que hacen más ruido.